Eliminar el desperdicio de alimentos.
Disminuir el desperdicio de alimentos a nivel mundial, contribuye a frenar el cambio climático. Estos desperdicios se producen en todos los ámbitos, desde los pequeños comercios hasta las grandes superficies comerciales y por supuesto en los hogares, ya sea porque se estropean en la estantería de la tienda o antes de que podamos comerlos. Según estudios recientes, se desperdicia alrededor del 40 porciento de los alimentos que compramos.
Podemos combatir el desperdicio de alimentos comprando lo que necesitamos, comiendo las sobras, compostando los restos y donando los excedentes a los bancos de alimentos. Se estima que el desperdicio de alimentos podría evitar la friolera de 70,5 giga toneladas de CO₂ que es un impacto mayor que la restauración de 435, millones de acres de bosques tropicales.
Comer a base de plantas es sano y ayuda a frenar el cambio climático
La transición a una dieta vegetariana puede reducir la huella de carbono a la mitad, y la dieta vegana o comida vegana, aún menos, lo que contribuye a frenar el cambio climático. Según un estudio de la Universidad de Oxford, incluso pasar de un consumo alto de carne a uno bajo puede reducir tu huella en un tercio. Si la mitad de la población mundial redujera el consumo de carne y evitara la deforestación asociada causada por la agricultura, podríamos reducir las emisiones de carbono en 66 giga toneladas.
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¿Por qué es importante considerar las energías renovables para su hogar?
Las energías renovables son fundamentales para que nuestra manera de entender la vida continúe mientras abandonamos el uso de combustibles fósiles, ya que contribuye a frenar el cambio climático. Elegir fuentes de energía renovables para la electricidad y la calefacción de su hogar es una forma estupenda de reducir su huella de carbono, hacer que su casa sea más sostenible y, potencialmente, reducir sus costes energéticos. Las ventajas son ciertamente significativas.
¿Qué es la energía renovable y como ayuda a frenar el cambio climático?
La energía renovable se genera a partir de fuentes naturales, como el sol, el viento, la biomasa y el agua. Y estas fuentes de energía renovable se reponen de forma natural.
También suele denominarse energía verde y energía limpia, ya que el proceso de generación de energía a partir de estas fuentes renovables no emite gases de efecto invernadero, o apenas los emite, a diferencia de los combustibles fósiles como el carbón y el petróleo. Abandonar estas fuentes tradicionales de energía es un paso clave en nuestros esfuerzos por actuar en favor del clima y combatir el cambio climático.
Las mejores formas de alimentar tu casa con energía renovable
1. Energía solar
Puedes utilizar el sol para generar electricidad para tu casa mediante paneles solares fotovoltaicos que se instalan en el tejado. Estos paneles toman los rayos del sol y los convierten en electricidad que puedes utilizar para calentar tu casa y alimentar tus aparatos.
Los paneles pueden generar energía durante las horas de luz y no es necesario que haga sol para que funcionen, aunque generan más energía en los días más soleados. La energía generada durante el día puede almacenarse en baterías para que puedas seguir consumiendo electricidad cuando se ponga el sol. Y la energía sobrante que no utilices puede venderse a la red eléctrica nacional.
Generar tu propia electricidad limpia con paneles solares te permite mejorar la sostenibilidad de tu hogar, una de las principales ventajas de la energía solar. Y los paneles solares también pueden ayudarle a reducir su dependencia de la red eléctrica e incluso a reducir sus facturas de electricidad.
2. Calefacción solar
La energía solar también puede utilizarse para proporcionar agua caliente y calefacción durante todo el año. Los sistemas de calefacción solar emplean paneles solares que pueden instalarse en el tejado, montarse en un bastidor independiente o incluso colgarse de una pared. La energía que generan calienta el agua que se almacena en un acumulador de agua caliente: necesitarás unos cinco metros cuadrados de espacio que reciba luz solar directa durante la mayor parte del día. Si quieres utilizarla también para la calefacción, necesitarás paneles más grandes, cuyo tamaño dependerá de las dimensiones de tu casa.
3. Bombas de calor aerotérmicas
Una bomba de calor aerotérmica es un sistema de energía renovable que usa el calor del aire exterior para proporcionar calefacción y agua caliente. Funciona de forma similar a un frigorífico, pero a la inversa, extrayendo energía del aire y empleándola para calentar la vivienda. Las bombas de calor funcionan a cualquier temperatura y son capaces de extraer calor del aire y calentar su casa.
Una de las ventajas de la bomba de calor aerotérmica es que es una opción de calefacción más sostenible que la calefacción tradicional de gasoil o gas, por lo que puede ayudar a que su hogar sea más eficiente desde el punto de vista energético y a reducir su huella de carbono.
4. Energía eólica
Los aerogeneradores no son únicamente para los grandes parques eólicos que se ven en los espacios abiertos. Hay aerogeneradores más pequeños para viviendas, ya sea en forma de poste independiente o instalados directamente en el edificio. Generan electricidad porque el viento hace girar las aspas, que accionan la turbina interna y crean energía. Se calcula que una turbina de 6 kW instalada en un poste podría ahorrarle unos 340 euros al año en la factura de la luz.
5. Sistemas de biomasa
Los sistemas de calefacción por biomasa queman materiales orgánicos, como pellets de madera, astillas o troncos, para proporcionar calefacción y agua caliente. Se trata de una forma de calefacción con menos emisiones de carbono que los combustibles fósiles como el carbón y el petróleo, ya que la madera quemada en estos sistemas solo emite tanto carbono como el que el árbol absorbió durante los meses y años que estuvo creciendo.
Las plantas de biomasa también pueden proporcionar una fuente de energía renovable a las empresas, ayudándolas a reducir sus emisiones de carbono y contribuyendo de forma significativa a las futuras necesidades de generación de calor y energía.
6. Sistemas hidroeléctricos
Esta fuente de energía renovable utiliza el agua que fluye cuesta abajo para generar electricidad, por lo que si su casa está cerca de un lago o un río podría ser una gran opción para usted. Hay muchas centrales hidroeléctricas en funcionamiento a gran escala, pero también puede adquirir centrales a pequeña escala para su casa. Estas pueden generar suficiente electricidad para alimentar una casa en un río que tenga una caída de un metro.
Participa en los procesos democráticos para frenar el cambio climático
Luchar por frenar el cambio climático tiene implicaciones a nivel local, nacional y mundial. Aunque una persona normal no es responsable de gobernar una nación, sí somos responsables de decidir quién lo hace. Vota a un activista del clima, apoya políticas climáticas integrales y utiliza tu voz ciudadana para ejercer la presión necesaria a los políticos y cambiar el rumbo y de esta forma luchar de manera activa contra el catastrófico cambio climático.
Deja de invertir en energías fósiles
Una de las formas de debilitar los grupos de presión o Lobbies que controlan a nivel mundial la producción de energía basada en fósiles es dejar de invertir en las empresas que controlan. Esto significa retirar tu dinero de las instituciones que financian la expansión de los combustibles fósiles, lo que podría acabar con la financiación de esos proyectos. Hasta ahora, este movimiento ha retirado 9,94 billones de dólares de empresas de combustibles fósiles gracias a las desinversiones institucionales y 5.200 millones gracias a 58.000 desinversiones individuales.
Mejorar el aislamiento
Una de las tácticas más rentables y accesibles para frenar el cambio climático es mejorar el aislamiento en nuestros hogares. Las casas antiguas pueden perder hasta el 35% del calor a través de sus paredes. Un aislamiento moderno reduce la energía necesaria para calentar una casa, con lo que se reducen las emisiones y se ahorra dinero. Si incluso la mitad de los edificios existentes instalaran un aislamiento más grueso, podrían evitarse 8,3 giga toneladas de emisiones, lo que equivale a más que revisar la eficiencia de todo el sector del transporte marítimo internacional.
Utilizar iluminación LED
Los LEDS (diodos emisores de luz) consumen un 90% menos de energía que las bombillas incandescentes y la mitad que las fluorescentes compactas. Convierten electrones en fotones, utilizando la electricidad para crear luz sin desprender calor, que desperdicia energía. Si cambias las bombillas de tu casa por bombillas LED, reducirás las facturas de refrigeración. Además, duran más que otras bombillas, por lo que elegirlas supondrá un ahorro a largo plazo.
Utiliza el transporte público para ayudar a frenar el cambio climático
La transición energética debería aplicarse en los sistemas de transporte del mundo, tanto comerciales como personales. Aunque los individuos no podemos revolucionar las industrias del transporte marítimo, aéreo y automovilístico de la noche a la mañana, podemos exigir que cambien votando con nuestro dinero por el transporte público, empleando vehículos eléctricos o híbridos y reduciendo el total de nuestros viajes.
Recicle
Adquirir recursos vírgenes, desde la tala de árboles a la extracción de minerales, explota más recursos que reciclar materiales existentes. Por ejemplo, los productos de aluminio reciclado consumen un 95% menos de energía que los nuevos. Alrededor del 50% de los materiales reciclados proceden de los hogares; si esa cifra aumentara hasta el 65%, el reciclaje doméstico podría evitar 2,8 giga toneladas de emisiones de carbono. Sin embargo, reciclar mal puede ralentizar el sistema y crear más residuos, así que asegúrate de enjuagar tus materiales reciclables y mantente al día sobre las regulaciones locales para asegurarte de que lo que reciclas no está causando contaminación.
Compra menos
Comprar menos o no comprar nada es el mantra original para ahorrar dinero. Además, cuando no compras, reduces la cantidad que aportas a los vertederos. La huella de carbono negativa es difícil de calcular porque varía de una persona a otra, pero herramientas como footprintcalculator.org pueden ayudarte a determinar tu huella ecológica actual y ofrecerte soluciones prácticas para el cambio, entre ellas comprar menos.